EL PODER DEL TAPPING

El Tapping es una combinación de acupresión china antigua (método que consiste en hacer presión en determinados puntos del cuerpo) y psicología moderna que trabaja para alterar físicamente el cerebro, el sistema energético y cuerpo al mismo tiempo. UMAI -la marca que ofrece una completa línea de shampoo, acondicionadores y cremas de cuerpo con ingredientes de origen natural- nos cuenta de qué se trata esta práctica y los beneficios de aplicarla.

Este método postula que todas las emociones negativas provienen de una interrupción de nuestro sistema energético. Cuando nuestra energía está fuera de control, podemos desarrollar una variedad de síntomas como ansiedad, fobias, traumas, dificultades para dormir, depresión, etc. Que pueden ser aliviados con la práctica del Tapping.
El Tapping lo puedes practicar tú mismo o hacérselo a otra persona. Lo primero que tienes que hacer es concentrarte y aceptar la emoción negativa que te está afectando o molestando. Mientras mantienes tu enfoque mental en ese tema, con la yema de los dedos debes tocar de 5 a 7 veces cada uno de los 12 puntos meridianos o puntos clave (ver imagen)
A medida que se toca cada punto, los meridianos de energía del cuerpo se realinean, la persona libera energía y siente un alivio inmediato. A continuación, te enseñamos por qué se deben tocar esos puntos:

Lado externo de la mano o el punto kárate, este punto corresponde al intestino delgado, al hacer Tapping en esta zona desbloqueamos la energía y se puede liberar la emoción negativa correspondiente a las dudas personales, los dilemas y mejoramos la autoconfianza.
El punto de la base de la ceja corresponde al meridiano de la vejiga, con su estimulación se libera el miedo y la inhibición y permite la valentía.
El punto al lado del ojo concierne al meridiano de la vesícula, libera la rabia y permite la compasión y la comprensión.
El punto de debajo del ojo se relaciona con el estómago, libera el miedo, la preocupación y permite la tranquilidad y la sensación de seguridad.
El punto de debajo de la nariz y el de la parte superior de la cabeza, libera la introversión y la timidez, permite la habilidad de comunicarse y establecer relaciones humanas.
El punto de la pera, al estimularlo, liberamos traumas natales y prenatales como también el letargo y la fatiga, permitiendo la circulación de la energía.
El punto debajo de la clavícula corresponde al meridiano del riñón. Al estimularlo liberamos el miedo, la indecisión y el estancamiento y permitimos tener seguridad e ímpetu para realizar las tareas.
por último, tenemos el punto de debajo del brazo que se relaciona con el bazo y el páncreas. Acá liberamos la culpa, obsesión y baja autoestima, permitiendo tener confianza, compasión y claridad mental.